49. Qué ventajas tiene criar peces en sistemas cerrados

Tanks acuáticos futuristas albergan vida saludable

La acuicultura, o cría de peces, es una industria en constante crecimiento a nivel mundial, impulsada por la necesidad de satisfacer la demanda de proteína animal de una población en aumento. Tradicionalmente, la acuicultura se ha asociado con estanques y jaulas en entornos naturales. Sin embargo, en los últimos años, los sistemas cerrados de recirculación (SCR) han ganado popularidad como una alternativa innovadora y sostenible.

Estos sistemas, también conocidos como RAS (Recirculating Aquaculture Systems), ofrecen un control total sobre el entorno de cría, lo que permite optimizar el crecimiento de los peces, reducir el impacto ambiental y aumentar la eficiencia productiva. A medida que la disponibilidad de agua dulce disminuye y las preocupaciones ambientales aumentan, los SCR se presentan como una solución viable para asegurar el futuro de la acuicultura.

Contenido

Control Ambiental Preciso

La principal ventaja de los sistemas cerrados radica en la capacidad de controlar rigurosamente las variables ambientales que influyen en el crecimiento y la salud de los peces. La temperatura, por ejemplo, se puede mantener constante, optimizando la tasa metabólica de los peces y acelerando su desarrollo. Este control es crucial para especies sensibles a las fluctuaciones térmicas o para aquellas que requieren rangos de temperatura específicos para la reproducción.

Además del control de la temperatura, es posible regular con precisión la oxigenación del agua, asegurando niveles óptimos para la respiración de los peces. Sistemas de biofiltración eficientes eliminan amoníaco y nitritos, subproductos tóxicos del metabolismo de los peces, manteniendo una calidad de agua superior. Esta calidad de agua redunda en una menor incidencia de enfermedades y una mayor tasa de supervivencia.

La monitorización constante de parámetros como el pH, la salinidad y la concentración de nutrientes permite realizar ajustes rápidos y evitar problemas potenciales. La capacidad de mantener un ambiente estable y óptimo es fundamental para maximizar el rendimiento y la calidad del producto final.

Gestión Eficiente del Agua

Los SCR minimizan el consumo de agua en comparación con los sistemas tradicionales. El agua utilizada en estos sistemas se recircula continuamente después de ser filtrada y tratada, reduciendo drásticamente la necesidad de captar agua fresca y descargar aguas residuales. Esto es especialmente importante en regiones con escasez de agua.

La gestión eficiente del agua también implica una reducción significativa de la contaminación. Al tratar las aguas residuales antes de su descarga, se eliminan nutrientes y otros contaminantes que podrían afectar los ecosistemas acuáticos circundantes. Esto ayuda a proteger la biodiversidad y a preservar la calidad del agua para otros usos.

La recirculación del agua permite un mejor control de la bioseguridad, ya que se reduce el riesgo de introducción de patógenos o especies invasoras desde fuentes externas. La implementación de sistemas de desinfección, como la radiación ultravioleta, asegura la eliminación de microorganismos patógenos y evita la propagación de enfermedades.

Mayor Densidad de Población

Los sistemas cerrados permiten mantener densidades de población mucho más altas que los sistemas tradicionales. Al controlar la calidad del agua y optimizar las condiciones ambientales, se evita el estrés y la agresividad entre los peces, permitiendo una mayor concentración de individuos por unidad de volumen.

Esta mayor densidad de población se traduce en un aumento significativo de la producción por unidad de superficie. Un menor espacio requerido para la misma cantidad de peces reduce los costos de infraestructura y optimiza el uso del terreno. Esto es particularmente relevante en áreas con altos costos de tierra o limitaciones de espacio.

Es importante el correcto diseño del sistema para asegurar una adecuada distribución del flujo de agua y evitar la formación de zonas muertas, donde la calidad del agua podría deteriorarse. Un buen diseño también debe considerar el comportamiento natural de la especie cultivada para minimizar el estrés y promover el bienestar animal.

Reducción de Riesgos y Dependencia Climática

Tanques de acuicultura: futuro sostenible y vibrante

Los SCR reducen significativamente la dependencia de condiciones climáticas externas. Al ser sistemas cerrados e interiores, los peces están protegidos de fenómenos meteorológicos adversos como inundaciones, sequías, olas de calor o heladas. Esto garantiza una producción continua y predecible durante todo el año.

La posibilidad de emular las condiciones óptimas de crecimiento de cada especie, independientemente del clima exterior, permite optimizar la tasa de crecimiento y reducir el tiempo necesario para alcanzar el tamaño comercial. Esto se traduce en ciclos de producción más cortos y una mayor rentabilidad.

La menor exposición a enfermedades asociadas a fluctuaciones climáticas o a la presencia de depredadores naturales también contribuye a la seguridad de la producción. Los sistemas cerrados ofrecen un entorno controlado y protegido, minimizando los riesgos y asegurando una producción estable y fiable.

Flexibilidad y Ubicación

Los sistemas cerrados ofrecen una gran flexibilidad en cuanto a la ubicación. A diferencia de los estanques o las jaulas, que requieren acceso a cuerpos de agua naturales, los SCR pueden instalarse en cualquier lugar con acceso a agua y electricidad. Esto permite llevar la producción de peces a zonas cercanas a los mercados de consumo, reduciendo los costos de transporte y garantizando la frescura del producto.

Esta flexibilidad también permite adaptar los sistemas a diferentes especies de peces y a diferentes escalas de producción. Los SCR pueden ser diseñados para la cría de alevines, la engorda de juveniles o incluso la reproducción de especies ornamentales. La modularidad de los sistemas permite ampliar o modificar la capacidad de producción según las necesidades del mercado.

La independencia de la geografía y el clima abre nuevas oportunidades para el desarrollo de la acuicultura en zonas donde antes era inviable. Esto contribuye a la diversificación de la producción de alimentos y a la creación de empleos en áreas rurales.

Conclusión

La cría de peces en sistemas cerrados de recirculación representa una revolución en la industria acuícola. Sus múltiples ventajas, desde el control ambiental preciso y la gestión eficiente del agua hasta la reducción de riesgos y la flexibilidad de ubicación, lo convierten en una alternativa atractiva y sostenible a los sistemas tradicionales. La innovación tecnológica en este campo continúa avanzando, optimizando el rendimiento y reduciendo los costos operativos.

Adoptar esta tecnología no solo beneficia a los productores al mejorar su rentabilidad y la calidad de su producto, sino que también contribuye a la preservación de los recursos hídricos y a la producción responsable de alimentos. En un futuro donde la demanda de proteína animal seguirá aumentando, los SCR desempeñarán un papel crucial en la satisfacción de esta demanda de manera sostenible y eficiente.

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